Este whisky es un ejemplo perfecto de tradición e innovación: con una elaboración totalmente artesanal y siguiendo las tradición escocesa, este destilado descansa durante 12 años en la Solera Vat de la casa, una gran barrica inspirada en la tradición elaboradora de Jerez (nunca se vacía, sino que se realizan sacas periódicas). Así, este single malt se muestra muy especiado, amielado y rico en notras frutales.